Primero pienso a lo pisciana, luego existo como María Ignacia. La vida me dejó en Coquimbo y el destino en Antofagasta, Chile. 26 inviernos capeando el frío con calcetines de monitos. Amo lo que hago, le pongo todo el corazón; aún así la gente teme ir al dentista. Creo que no todo en esta vida pueden ser dientes y desde esa premisa nació este rechonchito blog.